En este tramo del camino me gustaría hablar contigo de la educación en España. Como ya te aviso en el titulo hay muuuucha tela que cortar, así que agarra unas tijeras y al lío.
Lo primero que uno hace es mirar el último informe de la prueba PISA. No, parece no salimos muy bien parados, por debajo del aprobado. No nos pongamos nerviosos.
Te pones a mirar alrededor y uno que es competitivo se compara con los mejores. Y miras a Finlandia, Canadá, Japón, Corea del Sur y te empieza a entrar como un sudor frío... Unos que si deberes no, que hay que dejar a los niños disfrutar de la infancia. Otros que deberes si y si puedes estudiar dormido pues casi que mejor que mejor.
Ahora que hemos mirado un poco hacia afuera vamos a mirar hacia nosotros mismos. Por un lado nos presentamos ante bastantes problemas bastante difíciles de abordar. Entre que hay unas tasas de abandono espeluznantes, que lo que se enseña no se adapta a la demanda del mercado laboral, el número de universitarios baja y podríamos seguir enumerando problemas. Si, yo también me pregunto qué es lo que está pasando y dan ganas de echarse a llorar, pero no seamos derrotistas.
Por otro lado y para ser positivos te encuentras con César Bona o David Calle dentro de los 100 mejores profesores a nivel internacional. Ves que tenemos graduados en enfermería o ingeniería que otros países nos quitan de las manos.
Me da la sensación que he abierto un cajón y estoy sacando cosas al azar.
Sin duda nos presentamos ante un tema bastante complejo, si se arreglase simplemente con dinero, no sería un problema realmente. Porque podemos tener las mejores aulas, las mejores instalaciones, la ultima tecnología para enseñar como docentes y docentes altamente preparados, pero si el alumnado no está motivado no tendremos nada.
Después de ver estadísticas, yo me planteo si ese es el verdadero problema que tenemos en este bendito país, la falta de motivación. Creo que ese es el gran reto al que nos enfrentamos. El que los estudiantes realmente quieran aprender. El que se incite a desarrollar la creatividad y la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones, porque estamos en un mundo que cada vez cambia más deprisa. Las nuevas tecnologías se van imponiendo y las maneras de aprender van cambiando. La forma de trabajar también ha cambiado. Antes, nuestros padres empezaban a trabajar desde jóvenes en una empresa y acababan jubilándose en la misma empresa. Ahora los contratos de trabajo son de duración más corta, lo que obliga a reinventarse cada vez que dejas un trabajo. Debemos ser conscientes de ello, porque no creo que la escuela sólo sea una fábrica de hacer trabajadores especializados. El colegio es una escuela de personas, no de máquinas. Tendríamos que apostar por ayudar a esos niños a desarrollarse como personas y a desenvolverse en el mundo. Es verdad que tendremos que dar unas bases y quizá debamos replantearnos si la manera en que lo estamos haciendo es la más adecuada. El ejemplo más claro es el aprendizaje del inglés, un alumno después de estudiar durante varios años un idioma, termina bachillerato y no es capaz de mantener una conversación fluida.
No sé si esto habrá sido bastante intenso, pero para resumir todo, podría decir que para que nos podamos poner la pilas en tema de la educación habría que incidir en dos aspectos. Por un lado evaluar los métodos de enseñanza y corregir las deficiencias que hay. Por otro lado motivar al alumnado , para que éste pueda desarrollar una serie de conocimientos y pueda desarrollarse personalmente.
Después de este pequeño alto en el camino sigamos hacia adelante...
Comentarios
Publicar un comentario